martes, 13 de mayo de 2008

El alza en los precios de alimentos es un estallido de un desarrollo insustentable.


Las causas de estas alzas – a la cual Chile no ha estado exento-, se deben a múltiples factores, a saber: Calentamiento global, una mayor demanda, disminución de la oferta debido a la utilización de cultivos para producir biocombustibles, y las especulaciones del mercado.
Impresiona, a primera vista, ver que tres de estas razones derivan de temas ambientales y de sustentabilidad. Primero, el calentamiento global ha incidido en el rendimiento de cultivos (se agradecen aportes de quienes sepan más de este tema); luego el alza de la demanda, que es tal vez el factor más determinante. Según Jacques Diouf, Director de la FAO, la principal razón es el aumento explosivo de demanda por alimentos de mejor calidad por parte de China e India, los nuevos gigantes de consumo. Es lógico: El crecimiento económico ha traído mayores ingresos a esos países, con lo cual han mejorado su dieta, que demanda muchos más granos. Lo anterior se manifiesta principalmente en un aumento en el consumo de carne. “En veinte años – declara Diouf-, el consumo de carne per cápita en China pasó de 20 a 50 kg por año”. Con este dato, queda de manifiesto el explosivo aumento de la demanda de granos: el desastre ambiental que significa el consumo excesivo de carne, y de qué manera atenta gravemente contra el desarrollo sustentable.
Por último, la necesidad de producir biocombustibles, usando granos potencialmente para alimentos. 100 millones de toneladas anuales de cereales se están destinando para producir etanol o biodiesel, que se demandan en cantidades astronómicas sobre todo en países ricos, para mantener estándares de vida exagerados y sostener vidas cada vez más materialistas y lejanas a la sustentabilidad. Da para cuestionarse las bondades de obtener combustibles a partir de la agricultura, que además está teniendo otros efectos devastadores como la destrucción a rajatabla de la Amazonía, para el cultivo de Soya y otros cereales que producirán biocombustibles para permitir el crecimiento cuantitativo de las economías más ricas del orbe.
El panorama es ciertamente complicado, por varias razones. Los pobres son los que más sufren, y sus voces las menos escuchadas. Los habitantes del mundo que no pasarán hambre, en cambio, no se inmutarán. Aquellos cuya vida excesivamente cómoda demanda mucho más alimentos que lo sustentable - los del excesivo consumo de carne y que requieren biocombustibles para ir a comprar a la esquina en auto-, no están dispuestos a transar su comodidad, para disminuir la demanda y que los precios bajen.

1 comentario:

elias aguero dijo...

durante este ultimo tiempo ha estado muy "moda" los biocombustible, vemos autos que recorren el mundo solo con biocombustible, incluso uno que es a base de cañamo.
Quizás tiene sus beneficios este tipo de combustible, pero hay algo que no se puede negar, los costos son mayores, solo pensar en utilizar las tierras cultivables ya es devastador.
Esto sin duda traera una escasez de alimentos por no decir una hambruna, uqe afectara a los países, claro, menos desarrollados, en desarrollo, et,.